Podemos afirmar sin duda que Fortnite es el juego más popular de la actualidad. El juego creado por Epic logra atraer una verdadera legión de jugadores de todas las edades.
Como consecuencia de esta popularidad, el estudio viene recaudando millones de dólares mensualmente con las microtransaciones del juego. Y parece que un joven jugador contribuye sin querer de forma bien generosa para aumentar esa receta de microtransaciones.
Según el diario Metro, Jayden-Lee, un niño de tan solo 10 años de edad, Gastó unas 1193.25 libras, que es igual a unos 6.000 reales, de la cuenta de su madre en artículos en Fortnite. La acción del chico no sólo cerró completamente la cuenta de la madre. Sino que la dejó con una deuda de aproximadamente $1.300.
Adicción a Fortnite
Cleo Duckett, la madre del niño, tiene poliomielitis y tiene que usar una silla de ruedas. Y tener que cuidar de su propio hijo. A causa de su enfermedad, recibe un beneficio del gobierno (Gales). Pero ahora que su cuenta ha sido puesta a cero, Duckett sólo tendrá dinero dentro de una semana.
«Yo soy madre soltera y tengo que sobrevivir por cinco días sin dinero, eso es aterrador. Probablemente nunca más veré ese dinero. Mi hijo no entendía lo que estaba haciendo – tiene sólo 10 años. «De acuerdo a ella, el chico tomó su tarjeta a escondidas y entró sus datos en su Xbox .«Él no sabía que era dinero real. Él creyó que sólo estaba recibiendo créditos.Duckett todavía afirma que intentó pedir ayuda al banco, ya que actualmente no tiene ningún dinero para pagar su deuda. Sin embargo, la respuesta del banco fue simplemente que «las acciones de su hijo son de su responsabilidad».
La advertencia de Cleo se produce después de que otra madre dijera que su «adicta a Fortnite» de 14 años le provocó una conmoción cerebral después de golpearla cuando amenazó con quitarle su Playstation 4. La adicción al juego ha sido catalogada como un trastorno de salud mental por la Organización Mundial de la Salud. Pero algunos expertos han argumentado que había una falta de evidencia científica para el «desorden de los juegos» y criticaron su clasificación.
